Dios dice:
Él es Quien ha hecho confluir las dos masas de agua, una dulce y la otra salada, y ha puesto entre ambas una barrera (para que ninguna modifique a la otra. (25:53)
El hecho de que las aguas oceánicas no se mezclen entre sí fue descubierto recientemente por los oceanógrafos modernos. Debido a la fuerza física llamada “tensión superficial”;26 el agua de un mar vecino no se mezcla. Esto sucede por la diferencia de densidad de las aguas. La tensión superficial evita que se mezclen entre sí como si hubiera una delgada pared entre ellas. El Río Amazonas, por ejemplo, desemboca en el Océano Atlántico y mantiene sus características a pesar de adentrarse 200 metros en el océano.
Dios dice:
O como tinieblas en un mar profundo cubierto de olas, unas sobre otras, que a su vez están cubiertas por nubes; son tinieblas que se superponen unas sobre otras. Si alguien sacase su mano, apenas podría distinguirla. De este modo, a quien Dios no ilumine jamás encontrará la luz (de la guía (24:40)
Es sabido y está científicamente comprobado que en las profundidades extremas del océano no hay luz, sólo oscuridad. La causa de esto es que los rayos de sol no pueden llegar hasta allí, porque los océanos varían de profundidad de algunos cientos de metros a 11034 metros. La oscuridad en los mares y océanos profundos se encuentra alrededor de una profundidad de 200 metros y más. A esta profundidad casi no hay luz. Más allá de mil metros de profundidad ya no hay más luz. Por lo tanto, la mayoría de los rayos del sol son absorbidos por el agua a los 100 metros. Esta porción del mar es conocida como la porción luminosa. De allí en más, el 1% de los rayos del sol son visibles a 150 metros, y sólo el 0,01% de los rayos, a 200 metros
La capa de ozono de la atmósfera refleja la mayoría de los rayos ultravioletas, mientras que las nubes reflejan un 30% y absorben un 19% de estos rayos. Sólo el 51% llegan al mar, entre el 3 y el 30% de la luz solar se refleja sobre la superficie del mar. Luego casi todos los siete colores del espectro de luz son absorbidos uno tras otro en los primeros 200 metros, excepto la luz azul.
Los científicos han descubierto recientemente que existen olas internas que “ocurren en la interfases de densidad entre las capas de distintas densidades”28 Las olas internas cubren las aguas profundas de los mares y los océanos porque las aguas profundas tienen una densidad mayor a las que están por encima de ellas. Las olas internas actúan como las olas superficiales. También pueden romper al igual que las olas de la superficie. Las olas internas no pueden ser observadas a simple vista, pero pueden ser detectadas al estudiar los cambios de temperatura o salinidad en un lugar específico.
Por ejemplo, el agua del Mar Mediterráneo es cálida, salina y menos densa si se la compara con el agua del Océano Atlántico. Cuando el agua del Mediterráneo entra en el Atlántico sobre la plataforma de Gibraltar, se mueve varios cientos de kilómetros dentro del Atlántico a una profundidad de 1000 metros con sus propias características de temperatura, salinidad y menor densidad. El agua del Mediterráneo se estabiliza en esta profundidad. A pesar de que existen grandes olas, fuertes corrientes y mareas en estos mares, no se mezclan sus aguas ni se traspasa esta barrera.
Esta información llega a nosotros en esta época a través de la tecnología avanzada y los equipos disponibles para observar esto específicamente. El Profeta () vivía en el desierto, lejos del océano, y en su vida nunca cruzó un océano. El hecho de que el Corán mencione este fenómeno indica la veracidad del Corán.